El acabado de la superficie del acero inoxidable afecta mucho más que solo su estética: el rendimiento, la confiabilidad y otros factores pueden verse muy afectados.
No importa la aplicación o el uso final del acero inoxidable, el acabado de su superficie debe elegirse cuidadosamente para satisfacer mejor los requisitos actuales. Esto se debe a que, además de brindar el atractivo visual deseado, la elección del acabado afecta la resistencia a la corrosión, características como las propiedades eléctricas, impacta la soldabilidad, las operaciones de fabricación y contribuye a diversas consideraciones económicas.
Algunas aplicaciones, como componentes superconductores o mangueras metálicas flexibles, exigen acero inoxidable con un acabado específico para que el producto de uso final funcione según lo diseñado.
También es importante tener en cuenta que no todos los proveedores utilizan la misma terminología para referirse hasta el mismo final. Continúe leyendo para conocer las diferencias sutiles entre cada acabado y comprender mejor en qué pueden diferir los proveedores.